La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha inaugurado este miércoles el Bizkaia Aretoa, su nuevo paraninfo en Bilbao, que concentrará la actividad cultural y universitaria de la universidad pública vasca y acogerá acontecimientos académicos y científicos.

El edificio, cedido por BBK a la universidad pública vasca, es un inmueble proyectado por el arquitecto portugués galardonado en 1992 con el premio Pritzker Álvaro Siza y se erige como un nuevo referente arquitectónico de Bilbao. Esta infraestructura universitaria en el corazón de Bilbao acogerá la celebración de toda clase de acontecimientos académicos, culturales y científicos. “Este magnífico edificio de Álvaro Siza, Bizkaia Aretoa, va a ser el símbolo más claro, no de que la UPV/EHU ha venido a Bilbao, sino de que siempre ha estado en Bilbao, y va a seguir estando aquí, ahora con energías renovadas”, ha señalado el rector Iñaki Goirizelaia.

El paraninfo supera los 9.000 m2 construidos y dispone de parking, una amplia planta baja de 2.300 m2 y cuatro plantas superiores en forma de ‘L’. Tiene una estructura mixta de forjado de acero y hormigón. Las fachadas exteriores están revestidas de mármol blanco, material también presente en las escaleras interiores, mientras que las dos que conforman la L están recubiertas de azulejos grises artesanales que se colorean con la luz.

Espacios y usos del edificio

Bizkaia Aretoa cuenta con tres auditorios, Mitxelena, de 433 plazas y Baroja, de 161, y Arriaga, una sala con capacidad para 69 personas, y cuatro espacios de exposiciones, Chillida, Oteiza, Axular y Etxepare, que suman 540 metros cuadrados. Dispone de salas de reuniones y de informática, una terraza con jardín, y diversos espacios auxiliares. Aloja así mismo, diversas dependencias universitarias, como la tienda de la UPV/EHU, Uniberts, situada a pie de calle; una sala que acogerá reuniones de diversos órganos universitarios, entre ellos, el Consejo de Gobierno; y las sedes de la Cátedra de Cultura Científica y del Instituto de Euskara.

Además de congresos, seminarios y reuniones de órganos universitarios, Bizkaia Aretoa concentrará a partir de ahora las actividades de BizBAK (Bizkaia Bilbao Arte eta Kultura), es decir, la programación cultural y los cursos de verano organizados por la UPV/EHU para Bizkaia. La nueva temporada de BizBAK, que ofrecerá semanalmente actividades abiertas a todo el público y gratuitas, comienza este mismo jueves, con la apertura de la gran exposición inaugural, que, compuesta por tres muestras, aborda el concepto de patrimonio desde ópticas muy diversas. Así mismo, podrá ser alquilado por otras entidades o por miembros de la UPV/EHU que deseen realizar actos ajenos a la actividad universitaria.

Vía: www.ehu.es

Dirección: Bº Jauregui 66 · 20120 Hernani (Gipuzkoa)
Página web: www.museochillidaleku.com
ACTUALMENTE CERRADO AL PÚBLICO

Chillida-Leku es la consecución de un sueño durante años anhelado por el autor: Crear un espacio a la medida de su obra donde esta pudiera ser permanentemente expuesta. Este museo monográfico es fiel muestra de la evolución y trayectoria escultórica del autor durante 50 años. En Chillida-Leku se puede disfrutar la obra de este artista universal en toda su magnitud.

El recinto consta de 3 áreas definidas. El jardín de 12 hectáreas dominado por hayas robles y magnolios en el que se encuentran más de 40 esculturas. La zona de servicios, dotada de un auditorio donde poder ver imágenes del artista en su trabajo, una zona de descanso y una tienda. Y, por último, como pieza central del museo, el caserío Zabalaga que alberga las obras de menor formato realizadas en acero corten, alabastro, granito, terracota, yeso, madera o papel.
Chillida-Leku es un espacio escultórico en sí mismo, una obra más del autor donde se plasma de modo perfecto su visión de la forma, el espacio y el tiempo acumulado. Las preguntas de Chillida se convierten en respuestas en el recorrido del visitante.

Historia del lugar

En 1983, Eduardo Chillida y su mujer Pilar Belzunce visitan por primera vez la finca de Zabalaga impactados desde el primer momento por la magnitud del caserío de 1543 que da nombre a la finca. En 1984 los Chillida Belzunce compran una parte de la finca que incluía el caserío en ruinas. Se trataba de un lugar ideal para albergar sus esculturas durante el proceso último de oxidación del material. Una vez terminado este proceso, las obras salían desde aquí para ser exhibidas y vendidas por el mundo. Chillida va restaurando el caserío con el arquitecto Joaquín Montero y mientras tanto Chillida-Leku se va convirtiendo en un conjunto escultórico por lo que Chillida pierde el deseo de vender las obras y comienza a coleccionarlas en el lugar. Así se va fraguando la idea de hacer un museo por lo que continúan adquiriendo terreno progresivamente hasta conformar las 12 hectáreas que hoy contemplamos.