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Antonio López encuentra en la Torre Iberdrola la inspiración para su cuadro de Bilbao

El prestigioso pintor-escultor manchego Antonio López ha contemplado Bilbao desde la azotea de la Torre Iberdrola, el edificio más alto de la ciudad, con la idea de pintar un cuadro desde dicho punto que refleje la transformación urbanística que ha experimentado la capital vizcaína en las dos últimas décadas.

López expresó su deseo de situar la emblemática Torre como punto de referencia para su nueva creación. El artista es conocedor de la importante transformación y regeneración urbanística que ha vivido Bilbao y lleva tiempo pensando en plasmarla en un lienzo de grandes dimensiones.

Antonio López ha contemplado desde los 165 metros de altura que tiene el edificio -aún no inaugurado oficialmente aunque sus 41 plantas ya han empezado a recibir a los primeros empleados de la Compañía- las vistas de Bilbao en un día despejado, soleado y caluroso.

Durante su estancia en la azotea de la Torre Iberdrola, el artista ha mostrado su sorpresa porque la vista le alcanzaba hasta el abra del puerto bilbaíno, distante unos 20 kilómetros del centro de la capital vizcaína.

Hace casi una década, Antonio López encontró en un libro de fotografía una instantánea de Bilbao que le fascinó. La imagen reflejaba a la perfección el paso de la industria a los servicios y mostraba a la Ría como divisora de la ciudad en dos núcleos radicalmente opuestos.

Así, López ha decidido pintar un cuadro de dos metros que plasme todas estas percepciones y en el que la Ría sea la espina dorsal de la creación. El pintor no se pone fechas, pero ya está tomando notas y fotos desde la Torre Iberdrola. “Me gustaría pintar desde su azotea, pero no es fácil. Por ello, intentaré recoger ahora toda la información que me sea posible”, reveló.

La familia Chillida anuncia el “cierre definitivo” al público del Museo Chillida-Leku

La familia del escultor Eduardo Chillida ha comunicado que el museo Chillida-Leku (Hernani) se cerrará definitivamente al público, al no haber sido posible llegar a un acuerdo con las instituciones que garantice las condiciones que considera “imprescindibles”  para asegurar la continuidad del mismo tal y como las definieron Eduardo Chillida y Pilar Belzunce, sus creadores. La obra del artista vasco se mantendrá en la finca de Zabalaga, “donde podrá ser analizada por estudiosos” (aunque no será accesible al público), según señala el comunicado.

Los responsables del museo consideran que las instituciones vascas “no pueden cumplir” los compromisos adquiridos y firmados en el año 2009 por el Gobierno vasco y la Diputación de Guipúzcoa, que se basaban en tres condiciones “muy claras” que siempre manifestó el artista.

La primera de ellas es la “unidad permanente de la colección en los actuales terrenos”, la segunda condición sería el “carácter monográfico” del museo. “No se podrá incorporar a este espacio obra de otros artistas, aunque sí podrían habilitarse nuevos espacios anexos con exposiciones temporales”. La tercera condición señala que la familia “se reserva el veto en lo que afecte a la salvaguarda de la obra y la imagen de Chillida”.

La familia del artista ha anunciado que “continuará asumiendo el mantenimiento del legado como parte de su responsabilidad”, al tiempo que ha lamentado “más que nadie” no haber alcanzado un acuerdo “que permitiera la continuidad de este museo que tanto esfuerzo le ha supuesto y en el que ha invertido tanto trabajo e ilusión”.

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