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El pintor Darío Urzay decora con dos grandes obras el vestíbulo de la Torre Iberdrola

El pintor bilbaíno Darío Urzay ha presentado hoy en la Torre Iberdrola las dos obras creadas para decorar el vestíbulo del edificio diseñado por el argentino César Pelli.

Los cuadros, de gran tamaño -casi 4 metros de alto por 1,80 de ancho-, representan sendas vistas del exterior del rascacielos que acoge la sede de la hidroeléctrica vasca.

Las dos obras de Urzay se suman al enorme mural creado por el pintor Jesús María Lazkano y a la escultura de la artista Cristina Iglesias, instaladas recientemente en el atrio del edificio.

Dario Urzay nació en Bilbao en 1958, donde posteriormente estudió Bellas Artes en la Universidad del País Vasco. Su trayectoria está jalonada con varios galardones: en 1983 obtiene el premio Gure Artea y en 2005 su trabajo es reconocido con el Premio Nacional de Arte Gráfico y el Excellence Work Award en la Bienal de Beijing.

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Antonio López encuentra en la Torre Iberdrola la inspiración para su cuadro de Bilbao

El prestigioso pintor-escultor manchego Antonio López ha contemplado Bilbao desde la azotea de la Torre Iberdrola, el edificio más alto de la ciudad, con la idea de pintar un cuadro desde dicho punto que refleje la transformación urbanística que ha experimentado la capital vizcaína en las dos últimas décadas.

López expresó su deseo de situar la emblemática Torre como punto de referencia para su nueva creación. El artista es conocedor de la importante transformación y regeneración urbanística que ha vivido Bilbao y lleva tiempo pensando en plasmarla en un lienzo de grandes dimensiones.

Antonio López ha contemplado desde los 165 metros de altura que tiene el edificio -aún no inaugurado oficialmente aunque sus 41 plantas ya han empezado a recibir a los primeros empleados de la Compañía- las vistas de Bilbao en un día despejado, soleado y caluroso.

Durante su estancia en la azotea de la Torre Iberdrola, el artista ha mostrado su sorpresa porque la vista le alcanzaba hasta el abra del puerto bilbaíno, distante unos 20 kilómetros del centro de la capital vizcaína.

Hace casi una década, Antonio López encontró en un libro de fotografía una instantánea de Bilbao que le fascinó. La imagen reflejaba a la perfección el paso de la industria a los servicios y mostraba a la Ría como divisora de la ciudad en dos núcleos radicalmente opuestos.

Así, López ha decidido pintar un cuadro de dos metros que plasme todas estas percepciones y en el que la Ría sea la espina dorsal de la creación. El pintor no se pone fechas, pero ya está tomando notas y fotos desde la Torre Iberdrola. “Me gustaría pintar desde su azotea, pero no es fácil. Por ello, intentaré recoger ahora toda la información que me sea posible”, reveló.

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